>De nueva cuenta los ojos del país estarán sobre el Senado de la República, por dos temas: la aprobación de la reforma laboral y las nuevas ternas para elegir a dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En el tema de la reforma laboral, tanto Emilio Gamboa Patrón como Ernesto Cordero, se comprometieron a aprobar el documento recibido de los diputados tan pronto como mañana mismo.
Hoy sesiona la Comisión de Trabajo en el Senado; y si no hay modificaciones, el dictamen se pasará al Pleno en los mismos términos que fue recibido la semana pasada.
Lo que habría que preguntar, sobre todo al PAN, es si su compromiso con la democracia sindical termina en donde comenzó el acuerdo con el PRI, es decir, matizar la democracia con la elección indirecta y olvidarse de las disputas por los contratos colectivos de trabajo.
Más aún, habrá que ver si el PRI y el PAN apoyan la moción de reintegrar al texto de la reforma laboral la prohibición de explotar los pozos de carbón que originalmente incluía el texto enviado por Felipe Calderón y que misteriosamente fue eliminado del texto.
Ahora se sabe que esos pozos son explotados por la delincuencia organizada para el lavado de dinero.
¿Le van a entrar los senadores de todos los partidos o simplemente fingirán que no pasa nada cuando pasado todo?
Y de las ternas para la elección de los nuevos ministros de la Corte, que deberán rendir protesta el día primero de diciembre, se espera que esta misma semana el presidente Calderón envía las nuevas en las que serán incluidos por lo menos dos nombres de quienes fueron rechazados.
Por cierto, transcendió que la negativa del PAN para aprobar la designación de Manuel Baráibar Constantino, no tuvo mucho que ver con el hecho de que el magistrado haya liberado a Raúl Salinas de Gortari sino con su negativa a reconocer que el ex obispo de Ecatepec, Onésimo Cépeda había cometido fraude procesal a pesar de toodaaasss las pruebas que había en su contra.
Dicen los legisladores que nomás por eso.
>El tema del paro en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México ha dejado ser una cuestión meramente estudiantil, si es que algún día lo fue, para convertirse en una abierta lucha por el poder entre diversas facciones o tribus del perredismo y del ahora partido en ciernes “Morena’’.
Desde su creación, se dijo que por su muy sui generis sistema, la UACM era en realidad una formación de cuadros del PRD.
Ahora, cuando la propia rectora Esther Orozco, señalada por el Consejo Estudiantil de Lucha de ser la causa del paro que cumple 75 días, reconoce haber sido atacada por grupos que quieren el presupuesto de la universidad para financiar actividades partidistas, el conflicto no tiene para cuando resolverse.
Las autoridades de la universidad piden el rescate de las instalaciones y el gobierno del DF dijo que ni pensar el uso de la fuerza pública.
¿Entoneces?