Las encuestas de salida de le elección de gobernador en Baja California, colocaban al PRD como la tercera fuerza electoral en el estado, luego de haberlo gobernado –es un decir-, los últimos 12 años.
Al cierre de este espacio, cuando estaban por concluir la votación, PAN y PRI se disputaban la gubernatura, con una apretada ventaja para los blanquiazules.
Sea quien fuera el ganador –lo confirmará el PREP hoy-, lo seguro es que el PRD dejará de gobernar otro de sus bastiones con los que habrá perdido en pocos meses dos de los cinco estados que gobernaba.
Perder Zacatecas y Baja California Sur no son, desde luego, buenas noticias para una dirigencia que en cambio presume como propios los triunfos asociados con el PAN en Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
El caso de Guerrero es cosa aparte, porque no fue un cuadro perredista el que ganó sino un candidato prófugo del priísmo con su conversión al perredismo limpió sus pecados tricolores.
Como sea, está visto que el PRD, por si solo, es incapaz de ganar una elección y necesita total y absolutamente una sociedad ya sea con PT y Convergencia o de plano con sus aparentes enemigos ideológicos del PAN.
La desconfianza de la población en el perredismo debe ser un asunto de preocupación para la dirigencia nacional que ya se va y para la que llegará en marzo próximo.
Las sociedades que ha entablado con el PAN en diversos estados terminaron por confundir a sus seguidores; solo los líderes resultan beneficiaros de este amasiato político.
Y ahora, la mira en el estado de México, en donde el PRD –el de Ortega y Ebrard, no el de López Obrador-, buscarán justificar una alianza a costa de la poca credibilidad que le puede quedar al partido.
El poder por el poder. Ni hablar, al diablo las ideologías, ¡que vivan las tesorerías!
Desde el PRI se ha desatado una campaña en contra del senador Manlio Fabio Beltrones a quien se pretende no responsabilizar, sino culpar directamente, por la derrota que sufrió el tricolor hace una semana en Guerrero.
El hecho de que el candidato perdedor Manuel Añorve haya sido empleado suyo y el apoyo que abiertamente le dispensó el sonorense son suficientes para culparlo del descalabro priísta.
Pero el asunto no ha quedado ahí.
El cobro de facturas internas se ha prolongado al debate sobre la propuesta de los senadores, encabezado por Beltrones, de reducir la tasa del IVA del 16 al 12 por ciento.
Los diputados la batearon diplomáticamente y el tiempo del periodo ordinario vigente es tan corto que seguramente el asunto no pasará de una buena intención.
Nomás que todavía falta la reacción del senador, que manco no está.
¿Este es el PRI que llegará unificado al 2012 a pelear la Presidencia de la República?