Parece que nuestro políticos están en otros planeta.
Ninguno de los temas coyunturales en el mundo, como la crisis económica en Grecia, la caída de la bolsa de valores de China, el desplome –otra vez- de los precios del petróleo y más locales, la decisión de cuatro empresas petroleras de retirarse de la primera licitación de la llamada Ronda Cero, producto de la reforma energética, figuran en sus agendas.
Ya se sabe que por regla la Comisión Permanente es la representación del Congreso en donde se tratan “puros corcholatazos”, es decir, asuntos de poca monta, mientras inicia el periodo ordinario de sesiones en ambas Cámaras.
Ninguno de los temas que se quedaron en la congeladora, como la reforma política del DF, merecieron siquiera el intento de los diputados y senadores de la Permanente por aprobarlo en un extraordinario.
No hubo voluntad porque todos los partidos políticos destinaron sus recursos a la elecciones pasadas; sin embargo, a un mes de haberse realizado, el trabajo legislativo sigue muerto.
No se ha escuchado la voz de los especialistas parlamentarios en temas económicos pronunciarse acerca de los riesgos para la economía nacional que entraña la crisis de Grecia, muchos menos la caída de la bolsa de valores china, como si México viviera en una burbuja protectora.
Aunque los efectos ya se están sintiendo en la economía, el tipo de cambio por ejemplo y los problemas en la industria del acero, nuestros legisladores están distraídos, por decirlo de forma publicable, en temas poselectorales tratando de mejorar su posición en el Congreso.
Salvo el PAN, ningún partido de oposición ha manifestado su opinión respecto al presupuesto con base cero, pese a que ya recibieron un primer aviso sobre el eventual recorte de programas y por ende de recursos y empleos para el siguiente año.
O los políticos están confiados en el capitán del barco, en los recursos del país o en la buena suerte.
Porque aún cuando el futuro del país no pinta sus mejores colores para el próximo año, el debate político sigue siendo superficial.
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Ayer una persona sufrió una crisis nerviosa en el paradero de Constituyentes, esa avenida tan de moda en los medios a causa de los asaltos, lo que provocó una movilización policiaca que algunos medios atribuyeron a un nuevo asalto.
No fue así; no hubo heridos ni muertos que lamentar, solo eso, una crisis nerviosa, que bien puede ser atribuida a la psicosis que se ha generado recientemente entre los ciudadanos que debemos circular diariamente por esa avenida.
A partir del operativo aplicado por la Secretaría de Seguridad Pública la semana pasada en la zona, se han puesto a disposición de diversas autoridades a 50 personas: 47 al Juez Cívico y 3 al ministerio público, uno por robo de vehículo, otro por lesiones y la última por riña.
La SSP no solo aplica el operativo de disuasión; además trabaja en los operativos “rastrillo” y “relámpago”, con lo que se busca “limpiar” la zona de maleantes.
Y pese a los sonados crímenes reportados en medios los últimos días, en la oficina del jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, se tiene el reporte de una reducción del 17% de los índices delincuencias en general.
La cifra puede ser cuestionada y por ello Mancera ha dejado en claro que su prioridad es revertir la percepción ciudadana sobre el particular.
¿Lo logrará?