>Ayer se anunció que otro municipio michoacano, Churumuco, en la zona de Tierra Caliente, fue tomado por un grupo de “autodefensa”, sin que las autoridades municipales, estatales o federales hicieran algo por evitarlo, pese a que desde la Secretaría de Gobernación se advirtió que tales grupos no se tolerarían.
El caso es que ante el desgobierno en Michoacán, la complicidad –ya sea por acción u omisión- de los presidentes municipales y la insuficiencia de elementos federales para atender todas las peticiones de auxilio, las mal denominadas “autodefensas” siguen proliferando.
Lo curioso del caso de Churumuco, es que el grupo aparece un día después de que aparecieran cinco cuerpos decapitados en diferentes puntos de Morelia, con un aviso del llamado “Cartel Jalisco Nueva Generación”, que advertía simplemente que había llegado a Michoacán.
Coincidencia o no, el caso es que pareciera que estos llamados grupos de autodefensa no son sino los protectores de los intereses que dicen combatir.
De otra manera ¿cómo explicar el armamento que exhiben? Desde AK-47 hasta R-15 que un campesino cualquiera no tiene posibilidades económicas de adquirir.
Las fotos que exhiben a los auto-policías de Churumuco, los mostraban con chalecos y cascos antibalas, como los que utilizan las fuerzas armadas y un armamento que no es propio de supuestos ciudadanos organizados para defenderse.
¿De dónde obtienen el armamento? Porque el gobierno del estado dice que no tiene nada que ver con el asunto –de hecho, el gobernador Fausto Vallejo poco y nada tiene que ver con el estado- y el gobierno federal ha condenado a estas organizaciones.
Si estas organizaciones han florecido, se debe, en gran medida, a la ausencia de autoridad sobre todo en esa zona caliente, convertida en tierra de nadie.
¿Nos saldrá Vallejo con el cuento de que los va a combatir?
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>Han pasado días, que se han convertido en semanas y estas en meses, y el secretario de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín, ha incumplido la encomienda presidencial de realizar una investigación para dar con los responsables de autorizar la construcción de unidades habitacionales en Acapulco, que se inundan sistemáticamente cada verano.
La instrucción fue dada personalmente por el presidente Enrique Peña Nieto luego de que en septiembre pasado, Guerrero sufriera los embates de dos fenómenos meteorológicos que causaron graves daños a más de 70 municipios, entre ellos Acapulco y Chilpancingo.
Se supone que Ramírez Marín debió entregar en octubre pasado las conclusiones de su investigación, pero llegó el plazo y nada.
Quién sabe que si el yucateco tendrá una investigación concluida pero a los acapulqueños engañados por constructoras, no les hace mucha gracia que se tomen meses para concluir con lo obvio.
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>El decreto presidencial mediante el cual se “suaviza” el impacto de la reforma fiscal, ha generado el malestar de los diputados de oposición –del PRD, pues-, que se la jugaron con el PRI en la aprobación de dicha reforma.
Y es que, dicen los perredistas, ¿para qué pagamos un costo político tan alto si al final de cuentas el Ejecutivo iba a cambiar lo que aprobamos?
Ahora los mismos perredistas que votaron a favor de la reforma aseguran que el decreto firmado por Peña pretende beneficiar solo a los empresarios, que supuestamente serían los castigados por la reforma.
“Ya nos quitó la facultad de legislar”, dicen.
Qué sea menos, ¿no?