La estatura promedio en nuestro país es de 1.66 metros considerando ambos géneros, si bien los varones somos más altos unos nueve centímetros que las mujeres y esta cifra indica que estamos lejos del promedio de grupos humanos de otros países.
En México también hay diferencias entre los estados del norte y los de centro-sur, de hasta 7 cm en hombres y 10 cm en las mujeres, de acuerdo con la información más reciente.
Es muy claro que en los últimos 50 años se ha mantenido una tendencia mundial, que favorece una mayor estatura en cada generación, lo cual está ligado a la genética y la alimentación, aunque por supuesto siempre existirán grandes variaciones individuales.
Por fortuna el gigantismo es poco frecuente, en tanto que vemos más casos de acromegalia, las dos variantes de la enfermedad que implica una gran estatura. En ambas situaciones, el corazón resulta profundamente alterado en su estructura y sus funciones, debido a que desarrolla un crecimiento desproporcionado, a lo que llamamos cardiomegalia.
De hecho, la principal causa de muerte en una persona con gigantismo o acromegalia es la insuficiencia cardíaca, una falla en el bombeo del corazón, por lo que decidí analizar este tema en la columna de hoy.
Siempre han existido personas con una estatura muy superior al promedio, por lo que hay controversia sobre cuando considerar como gigante a una persona. Hay que aclarar que desde el punto de vista médico, le llamamos gigantismo a la enfermedad provocada por un exceso de hormona del crecimiento en un niño o adolescente, pues cuando este problema se presenta en adultos la enfermedad resultante es la acromegalia.
En general, no sólo es la talla alta lo que define a un paciente con gigantismo, sino la presencia de otros problemas asociados como es el retardo en la pubertad, la debilidad muscular, a veces la producción de leche (enfermedad conocida como galactorrea) y la falla cardíaca. Hay acuerdo en que toda persona con más de 2.25 metros en cualquier país, debe considerarse que padece la enfermedad.
En el caso de la acromegalia, no alcanzan gran estatura, sino que crecen las extremidades y el cráneo, sobre todo la mandíbula, lo cual provoca que se separen los dientes, la lengua es mucho mayor y los pacientes adquieren una voz cavernosa pues la tráquea y laringe también crecen. Ya no les quedan los mismos zapatos y no les entran sus anillos.
Esta diferencia se debe a que antes de la pubertad los huesos largos no han acabado de desarrollarse y por eso alcanzan gran estatura, en tanto que en adultos, los huesos largos ya no crecen y son sólo manos, pies y el cráneo las partes que crecen. Por lo tanto, acromegalia quiere decir partes distales grandes, pues viene del griego acron que quiere decir distal y mega que significa grande.
La hormona del crecimiento (HC) es producida por la glándula maestra, conocida como hipófisis, que se encuentra localizada en el cerebro, en una fosa especial constituida de hueso, que le sirve como protección, llamada silla turca. El exceso de la HC generalmente se debe a un tumor en la hipófisis, conocido como adenoma (del griego adenos que significa glándula y oma un sufijo que significa tumor o mancha), aunque algunos casos se producen por tumores en otras partes como el páncreas, pero son menos frecuentes.
Dado que la hipófisis produce otras siete hormonas, el desarrollo del tumor afecta la producción de las demás hormonas y desgraciadamente, cuando se opera el tumor, con frecuencia el paciente queda con deficiencias hormonales.
El tratamiento básico es eliminar el tumor productor de la HC, una operación que se practica normalmente por la nariz, ya que la silla turca está en el hueso de la base del cráneo llamado esfenoides. Es una cirugía muy delicada que implica riesgos mayores, pero generalmente es curativa, ya que las recaídas son menores al 2% y quedan las opciones de una nueva cirugía o de aplicar radiación.
El tratamiento de la falla cardíaca debida a la cardiomegalia es muy complejo, pues el corazón está crecido y dilatado.
Me explico: hay una situación muy difícil de manejar porque las paredes del corazón están muy gruesas y las cavidades cardíacas muy dilatadas, lo que provoca graves arritmias potencialmente mortales y grados variables de insuficiencia cardíaca, pues el corazón no puede ni bombear eficientemente la sangre, ni llenarse adecuadamente por estar muy rígido debido a su grosor.
Esta acumulación de lesiones derivadas de la hormona de crecimiento, siempre es progresiva, por lo que el manejo cardiológico depende de eliminar eficientemente el tumor productor de la HC.
Estos pacientes requieren medicamentos como el carvedilol, lisinopril, antiarrítmicos y diuréticos bajo un control cardiológico estricto, para brindarles mejor calidad de vida y prolongarles los años que van a vivir.
El tratamiento cardiológico debe asociarse a la cirugía de remoción del tumor y a medicamentos que disminuyen los efectos de la hormona del crecimiento como la octreótida y la bromocriptina, que el paciente deberá recibir de por vida.
Como puedes ver, amable lector, los gigantes mueren porque su enorme corazón se niega a seguir trabajando.
Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.